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Himno De El Salvador
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El himno de El Salvador o himno nacional de El Salvador es considerado como uno de los mas bellos del mundo.
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Fue compuesto por el general salvadoreño Juan José Cañas y el músico italiano Juan Aberle, el himno se estrenó durante la conmemoración del día de la independencia el 15 de septiembre de 1879.
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El 13 de noviembre de 1953 sería adoptado legalmente por la Asamblea Legislativa como himno nacional de la República de El Salvador.
Un Himno Previo
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Anterior a esta composición, El Salvador contó con un himno nacional que fue compuesto por el doctor cubano Tomás M. Muñóz, quien respondió a la petición personal hecha por el entonces presidente salvadoreño Francisco Dueñas.
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Este himno fue oficializado en 1866 y estrenado el 24 de enero de 1867 en un evento en la Plaza Pública. Su decreto oficial fue proclamado en periódico estatal El Constitucional No. 31, Tomo No. 2, del 11 de octubre de 1866, aunque, en la actualidad, se conoce muy poco sobre su letra y música.
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Pero, tras el derrocamiento de Dueñas en 1871 por Rafael Zaldívar, fue éste mismo presidente el que solicitó la creación de una nueva pieza musical que reemplazara a la utilizada hasta ese entonces. Es ahí donde Juan José Cañas y Juan Aberle aparecieron para componer la pieza que, hasta la actualidad, sigue conociéndose como el Himno Nacional de la República de El Salvador.
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Oficialmente, el himno cuenta con un coro y tres estrofas. Sin embargo, desde hace muchos años, popularmente se entona únicamente el coro y la primera estrofa, regresando al coro para cerrar el acto protocolario en que se entonan las notas del himno nacional.
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El himno de El Salvador es cantado con la mano derecha sobre el corazón, con los pies firmes y con una postura recta. Es cantado en cualquier evento oficial que se lleve a cabo en El Salvador y a veces en eventos oficiales internacionales como por ejemplo partidos de fútbol. Aunque posee tres estrofas, únicamente se canta el coro.
Coro:
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Saludemos la patria orgullosos
De hijos suyos podernos llamar;
Y juremos la vida animosos,
Sin descanso a su bien consagrar.
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PRIMERA ESTROFA:
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De la paz en la dicha suprema,
Siempre noble soñó El Salvador;
Fue obtenerla su eterno problema,
Conservarla es su gloria mayor.
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Y con fe inquebrantable el camino
Del progreso se afana en seguir
Por llenar su grandioso destino,
Conquistarse un feliz porvenir.
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Le protege una férrea barrera
Contra el choque de ruin deslealtad,
Desde el día que en su alta bandera
Con su sangre escribió: ¡LIBERTAD!
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SEGUNDA ESTROFA:
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Libertad es su dogma, es su guía
Que mil veces logró defender;
Y otras tantas, de audaz tiranía
Rechazar el odioso poder
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Dolorosa y sangrienta es su historia,
Pero excelsa y brillante a la vez;
Manantial de legítima gloria,
Gran lección de espartana altivez.
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No desmaya en su innata bravura,
En cada hombre hay un héroe inmortal
Que sabrá mantenerse a la altura
De su antiguo valor proverbial.
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TERCERA ESTROFA:
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Todos son abnegados, y fieles
Al prestigio del bélico ardor
Con que siempre segaron laureles
De la patria salvando el honor.
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Respetar los derechos extraños
Y apoyarse en la recta razón
Es para ella, sin torpes amaños
Su invariable, más firme ambición.
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Y en seguir esta línea se aferra
Dedicando su esfuerzo tenaz,
En hacer cruda guerra a la guerra:
Su ventura se encuentra en la paz.
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Muchos han dicho por ahí que el himno de El Salvador era el tercer mejor del mundo.
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Claro que nunca ha existido tal concurso, sin embargo los salvadoreños podemos estar orgullosos de que en nuestro himno se propaguen ideas tan excelsas respecto a los hombres, la nación, la paz, la libertad, como en el nuestro.
